Being Vain

No se porque no he hablado de ello. Hace unos meses vi esta pelicula-documental facturada por Lili Zanuck - realizadora cercana a Eric Clapton desde los tiempos de la banda sonora de Rush - y no se porque lo he ido dejando en el tintero. Como ya he dicho otras veces, Clapton ya no me emociona como en mi juventud. Ni la musica ni el personaje. Aun asi, debo confesar cierta nostalgia y pesar tras saber de sus problemas de salud y la imposibilidad de verle tocar o grabar discos de manera regular. Lo de la calidad de sus ultimos discos ya lo trate en otro post asi que mejor no hacer sangre aqui. El doumental resulta tremendamente honesto aunque no aporta nada nuevo en lo relativo a la historia musical. Si ahonda de manera evidente en las adicciones del maestro guitarrero. La impresion que uno saca es que además de un genio musical ... Clapton era un ser tremendamente inseguro y probablemente débil que no es capaz de lidiar con problemas y desgracias de todo tipo que jalonan su

Cuando usaba el Eric Waits, Eric era él. Clapton. Ese guitarrista asombroso que todo lo tocaba bien, que estaba enamorado del blues y que en aquellos 80 estaba en los discos de todos los artistas del mundo. Capaz de prestarse a tocar con Phil Collins, con Steve Winwood, con Kate Bush o con quien fuese segun el viento soplase. El estaba enamorado del blues y yo lo estaba de él. De su guitarra, de su nombre, de su historia y de sus discos sin excepcion. ¡El coñazo que debi dar a los redactores del Popu en aquellos años pidiendo mas atencion al ínclito!. Eric venia de esa efervescencia britanica de los 60 en la que cientos de bandas y musicos se empeñaron en hacernos ver que eso del rock podia tener cientos de matices. Who, Kinks, Cream, Faces, Stones ... interminable lista. Y en aquel entonces, Clapton era God. Aunque yo no se si lo era de verdad. Al menos no un dios solitario. Esto del rock jamas fue monoteista. ¿Era realmente mejor que Alvin Lee o que Jimmy Page o que Pete Townsh